viernes, 4 de junio de 2010

Cuadernos de pedagogía. La educación lingüística.Tayectorias y mediaciones femeninas.

Resumen:

I) Los tres primeros cuadernos.

El primer cuaderno afronta un turno nuevo para el panorama italiano, la educación matemática científica, tema que ya ha sido tratado en las reflexiones de las mujeres en otros países. El problema de hacer ciencia y de enseñar ciencia se trata partiendo de las relaciones entre mujeres. Son éstas, en efecto, las que permiten ponerse como autoridad científica y autorizar a los jóvenes a vivir y pensar científicamente en el mundo.
En el segundo y tercer cuaderno, que tratan el área lingüística- literaria, se muestra como esencial el papel de la mediación femenina, que da la fuerza para encontrar las palabras para decir y los instrumentos para interrogar las palabras de los demás. Se propone una pluralidad de trayectorias, tanto en referencia a la historia y a la crítica literaria, como a la enseñanza de la lengua italiana y extranjera, trayectorias que tienen la perspectiva común de construir genealogía simbólica femenina.
Con estos cuadernos se quiere dar a conocer algunos resultados, adquiridos en el plano de la producción del saber y en el de la mediación que permite la comunicación, para también se pretende mostrar un ejemplo que indique cómo es posible hoy actuar libremente en la escuela cuando se asume autoridad femenina.

II) lengua, Lingüística y Libertada Femenina: una introducción. (Luisa Spencer).

Los estudios de las mujeres sobre el lenguaje se encuadra en dos grandes tradiciones de pensamiento: la anglosajona y la francesa.
La lingüística anglosajona ha desarrollado tres áreas principales de investigación lingüística. La primera se focaliza en los estudios de la diferencia de género, en la cuestión de si las mujeres y los hombres usan la lengua de manera diferente y en el significado que esta diversidad puede asumir en la vida de los dos sexos. El segundo tipo de estudio toma en consideración el sexismo de la lengua, sus consecuencias y las maneras para neutralizarlo. El tercer campo de investigación es el de la “alienación”, de la eliminación del sexo femenino por obra del lenguaje masculino.
La investigación de Luisa Muraro tiene un corte filosófico y se centra en el problema del restablecimiento de la relación simbólica de la pareja originaria madre/hija. Esta relación tiene una importancia fundamental para la creación de una subjetividad femenina, dado que permite a la niña reconocerse con una individualidad perteneciente a su mismo género del que, además, aprende el lenguaje que le permitirá la mediación del mundo.

El sujeto masculino siempre ha tenido la posibilidad de constituirse como identidad sexuada a través del lenguaje que le es propio, porque ha sido creado por y para su género. Con este instrumento de expresión y de comunicación el sujeto masculino establece una continuidad entre su modo de concebirse y la experiencia histórica de otros hombres. Entre la autorrepresentación del individuo masculino y lo social no hay fractura.
El uso de un lenguaje sexista ha desvelado las reglas escondidas de la lengua que definen femenina como ausencia de dependencia de lo masculino y se han identificado los mecanismos correctivos insertos en el funcionamiento de la lengua misma que permiten evidenciar y deshacer los estereotipos negativos y las connotaciones peyorativas referidas a la imagen femenina.

III) Buscando la verdad se sigue el propio Destino. ( Marina Salvi).

En el pasado muchas estudiosas, sobre todo americanas, examinando el lenguaje como fenómeno social, se detuvieron en el lenguaje de las mujeres, considerándolo distinto del masculino y sacaron a la luz aspectos característicos, como la cortesía, la amabilidad.
El género no es sólo una categoría gramatical, sino también una categoría semántica, porque comparte significado. Esta categoría puede ser considerada la forma con la cual la lengua simboliza, en la estructura gramatical, la diferencia sexual.

IV) Reflexiones sobre la Enseñanza de la Lengua y Literatura extranjera en la Escuela Superior.

Hay tres problemas fundamentales.
1) Superación de la confusión simbólica en las alumnas generada por el uso del lenguaje neutro que elimina la diferencia de género.
2) Creación de una capacidad de lectura autónoma y sexuada de los diferentes tipos de texto.
3) Capacidad por parte del docente de presentarse como autoridad interpretadora, como mediación sexuada entre el texto y su comprensión / interpretación en una relación no sólo de transmisión del saber, sino de reinterpretación de la experiencia cultural.

V) Lengua y Subjetividad Femenina. (Francesca Graziani).

Benveniste, para la creación en la subjetividad en el lenguaje, utiliza la categoría gramatical de persona, en concreto mostrando lo dinámico que se instaura entre el yo y el tú. La polaridad de las personas y la facultad de intercambiarse con otro son las condiciones fundamentales del lenguaje.
Para acceder a la posición de sujeto, las mujeres, observa Violi tienen que identificarse con la forma universal, que es en realidad lo masculina y por ello negar la especificidad de su género disolviendo la diferencia. O si no, no acceden a la posición del sujeto y permanecen en una relación de extrañeza/ conflicto con la lengua.
Una sociedad femenina que ha pensado sus reglas, construido autoridad y capacidad de juicio, es también una comunidad lingüística que interpreta el mundo y define su sentido en libertad.

VI) Enseñar La Lengua Hoy.

Hay que tener en cuenta lo siguiente:

a) Enseñar lengua es un hecho cotidiano. La enseñanza empieza desde el saludo que el maestro dirige a la clase y tiene lugar en todos los intercambios formales e informales que tiene con los estudiantes.

b) Fiarse y confiar. Escuchar y decir la preferencia. Escuchar es una capacidad de lo que la didáctica de la lengua siempre ha hablado poco. Han dicho mucho más sobre ello psicólogas y psicólogos. El maestro debe escuchar a los estudiantes, valorar la experiencia escolar pasada, el deseo que les ha hecho matricularse en la escuela elegida, los proyectos que tienen pero si, los intereses que les atraen, los libros que les han gustado, las figuras significativas de adultas que han conocido, también vale para la palabra escrita .El maestro debe leer con mucha atención lo que escriben sus alumnos.

c) Enseñar la escritura. Para aprender a escribir hay que escribir mucho. El maestro debe hacer repetir lo que no le satisface y expresar abiertamente su aprecio por lo que le parece bien hecho y dar notas altas.

VII) Enseñar a pensar el lenguaje: una investigación sobre algunos casos de polarización semántica. (Francesca Lisi).

El recurso a la expresividad corpórea, o a la expresividad a través del movimiento, a los lenguajes analógicos ( gestualidad, grafismo) se hace eficaz en cuanto ofrece instrumentos significativos para permitir a las alumnas y a los alumnos ponerse en comunicación con lo demás y afirmar la propia presencia en el mundo, colocándose en la propia pertenencia del género y superando la interpretación del movimiento dada por los modelos sociales que empujan a la completividad como su fin en sí mismo.
La autora nos presenta casos de polarización semántica:

Masculino: Femenino:
Gobernante: responsable del gobierno. Mujer que recibe un
sueldo por la educación y
La asistencia de niño
de una familia o como
responsable del
del funcionamiento de
la casa.

Mundano: quien vive en prostituta; mujer que conduce
el siglo una vida frívola y galante.
Mujer que hace una vida
mundana, prostituta.

Alegre: contento, felices, gozoso mujer alegre, mujer de
Costumbres fáciles.


VIII) De la coherencia política a la invención pedagógica: una experiencia de trabajo sobre las palabras y las relaciones. (Antonella Massi).

Hoy que tener en cuenta que los alumnos y alumnas llegan a la escuela con enormes carencias de base: muchos/as son repetidores, otros tienen una perspectiva segura de trabajo, por lo que vienen desmotivadas por las notas obtenidas en otras escuelas y por experiencias escolares bastante negativas.
Una premisa personal es inaugurar una mirada diferente. Así la maestra ha pedido a las alumnas una definición distinta de categoría gramatical, una definición que fuera verdadera y real para ellas y que partiera de sus experiencias. Ha nacido una relación interesante con la lengua, no vista ya como una trampa o una trayectoria accidentada donde nada está permitido, más que lo dado.
Los temas tratados han sido: La pertenencia de género, el miedo, la relación con la madre, la relación con el saber escolar, la relación con la institución escolar.
Las mujeres-profesoras pueden ofrecer reconocimiento y valor, apoyo y prestigio. No se trata simplemente de favorecer ciertos procesos, sino de trabajar con las adolescentes en la cotidianeidad de la instrucción escolar, favoreciendo la voluntad de conocimiento propio y del mundo, conscientes de que su curiosidad es el primer paso para poder vivir como mujeres con placer y sabiduría, después seguirá todos los demás.
A juicio de la autora la escuela está organizada según una orden jerárquica y disciplinas, una escala de valores de signo masculino.
La autora como mujer quiere utilizar armas femeninas y medir a sus alumnos por la originalidad, la subjetividad, la construcción de relación, la competencia audaz y rigurosa.

Conclusión;

Se basa en la convicción de que educar e instruir, se enriquece haciendo significativo el ineludible hecho de que los sexos son dos.
El mundo de la cultura ha transformado nuestra enseñanza haciendo posible el horizonte de la libertad femenina.
Esta obra muestra el esencial papel de la mediación femenina para encontrar las palabras que deben decirse y los instrumentos para interrogar las palabras de las otras-os.

viernes, 28 de mayo de 2010

El Habla de Don Quijote de la Mancha

Hablar en Don Quijote de la Mancha.

Notas sobre la subjetividad:

El Quijote es el reino de la palabra: inaugura una relación íntima entre la
forma lingüística y el contenido de la narración hasta entonces inexistente.
Cervantes explora caminos insospechados y observa prodigiosamente la
enriquecedora situación de encrucijada entre la oralidad y la escritura que vive
en su época. Su capacidad creadora abarca desde los grandes problemas
teóricos: la voz del narrador, el problema básico de la creación literaria, como
ha observado Mario Vargas Llosa, hasta detalles paralingüísticos
aparentemente tan leves como el tono de la voz o una mirada hacia el cielo.
Francisco Ayala ha señalado: “El lector de aquel nuevo libro que en 1605
publicaba Cervantes debió de enfrentarse con una criatura de ficción inaudita
y nunca vista, para cuyo entendimiento no podía asirse a precedente ninguno.”

“Tenía, pues, — continúa nuestro escritor— que abordarla sin otros recursos
que los ofrecidos por el autor en el texto mismo.”
Nada escapa en esa gran aventura de descubrimientos lingüísticos que es la
obra cervantina, cada nueva lectura nos hace descubrir recursos inéditos, nos
lleva a relaciones inadvertidas, a observaciones maravillosas de una realidad
cambiante en la ambigüedad de su perspectivismo.

Un terreno magnífico de trabajo es el de los mecanismos de la enunciación y el
poderoso reflejo de la subjetividad, imposible de velar e intencionadamente
transparente: el monólogo, el diálogo, los actos de habla, la violación de los
principios de la conversación, la ponderación (superlativos, diminutivos y
aumentativos), la emotividad, los juramentos, las maldiciones, los insultos.

Este es el campo de la emotividad, de la emoción, de las funciones lingüísticas
que se localizan o proceden de la primera persona, pero que pueden presentar
una compleja jerarquía de funciones en las que se combinen funciones de
naturaleza emotiva y apelativa. Exclamaciones, maldiciones, juramentos, votos,
insultos aparecen en un listado provisional de Don Quijote de la Mancha; en
principio, el número de ejemplos es altísimo, centenares y centenares de
ejemplos. Recordaba Rosenblat cómo el hispanista Pfändl tenía presentes las
palabras del napolitano Massimo Troiano que en sus Diálogos de 1569 había
notado la abundancia de comparaciones, exclamaciones, preguntas retóricas y
apodos que se usaban en el español de su época. Añadamos a esta lista de
elementos, la función de las repeticiones, tan interesantes en el Quijote: luego,
luego; al cabo, al cabo; en efecto, en efecto; huye, huye; cúbrete, cúbrete,
estructuras y funciones tan bien estudiadas por la Retórica clásica.

El análisis de las palabras más frecuentes en don Quijote proporciona un alto
porcentaje de deícticos (pronombres personales, sobre todo); elementos sobre
los que se va a elaborar toda la estructura enunciativa, tan importante para toda
la construcción de la novela: demostrativos, posesivos, locativos, temporales,
verbos deícticos, tiempos verbales, son elementos que sirven para que la lengua
quede engarzada en un mundo maravilloso, organizada sobre una primera
persona que habla con una segunda, para intercambiarse muy pronto sus
funciones en un mecanismo casi teatral. Jean Cannavaggio, al analizar el yo de
los prólogos cervantinos, ha escrito palabras cautas para poner en guardia ante
posibles identificaciones entre el yo literario y el yo del autor: “¿Serán estos
criterios pertinentes para que tomemos aquel yo por un ser de carne y hueso?
Sería caer en el clásico lazo que nos tiende todo autodiscurso. Cervantes en
primera persona no es una persona real y verdadera. Es un ser imaginario:
elaborado, claro está, con elementos sacados de la experiencia del manco de
Lepanto, pero engendrado por un "decir" específico y establecido como tal por
la mirada del lector. Ahora bien, no por eso cabe reducirlo a una mera persona
gramatical, al yo retórico admirablemente descrito por Benveniste, sin más
referente que el acto del discurso individual en que se pronuncia y cuyo locutor
queda señalado por este mismo yo."

Creo que toda la importancia de los mecanismos enunciativos puede
concentrarse simbólicamente en el uso del deíctico nuestro referido a Don
Quijote: "a lo cual respondió nuestro don Quijote". Ante este uso de nuestro, los
lectores quedan atrapados para siempre en las páginas del libro.
Pieza fundamental en la enunciación es el vocativo, la lista de los vocativos de
Don Quijote de la Mancha se encuentra en la obra de Ángel Rosenblat La
lengua del "Quijote", listado que permite establecer toda una tipología de esta
pieza básica en las funciones apelativas.

Rosenblat había llamado la atención sobre la numerosa presencia de las formas
de los verbos decir y responder en Don Quijote de la Mancha; actualmente los
índices del programa DBT, aplicados por Joan Torruella y Carme Planas, nos
permiten comprobar cómo, después de la forma es (del verbo ser) (2141
apariciones), dijo es la forma verbal más frecuente (aparece 1810 veces),
seguida ¡no podía ser menos! por respondió (1060 apariciones), si añadimos,
además, las formas de alta frecuencia dicho, decir o digo, tendremos un
panorama muy exacto de cómo los datos de frecuencias de las aplicaciones
informáticas corresponden a la estructura de diálogo de la obra.
Es muy emocionante escuchar la primera palabra hablada en la novela:
"Decíase él:
-Si yo por malos de mis pecados, o por mi buena suerte, me encuentro por ahí
con algún gigante... ".

Hubo una época en la que los especialistas en lingüística (María Luisa Rivero,
por ejemplo) consideraron a la conjunción si como un verbo capaz de crear
mundos: "Imagina que..." / "Imagina que yo, por malos de mis pecados..." Todo
un mundo recién creado aparece ante los ojos de los lectores. Nuestro hidalgo,
sin compañía, sólo podía decirse las palabras de su imaginación a sí mismo.

“Iba hablando consigo mesmo y diciendo:
-¿quién duda que en los venideros tiempos, cuando salga a la luz la verdadera
historia...? “
El hidalgo habla consigo, exactamente como se comportaba Amadís en la
versión manuscrita primitiva:

"...dixo muy paso entre sí: Oriana, mi buena señora, menester es que vos
membredes de mí..."
Don Quijote, prodigio de memoria, ya que todos los melancólicos son
memoriosos, como ha estudiado Aurora Egido, tiene muy presente la cita
anterior:

"Luego volvía diciendo, como si verdaderamente fuera enamorado:
-¡Oh princesa Dulcinea, señora deste cautivo corazón!..."
Don Quijote recuerda frecuentemente en sus peticiones a Amadís: "Plégaos,
señora, de membraros deste vuestro sujeto corazón, que tantas cuitas por
vuestro amor padece." Encontramos representados dos de los tipos básicos; el
primero, de carácter tradicional, que es el que refleja el texto de los
pensamientos de don Quijote:

“...puesto —decía entre sí— que nunca hazañas de escuderos se escribieron; y
cuando fuese verdad que la tal historia hubiese, siendo de caballeros andantes,
por fuerza había de ser grandílocua, alta, insigne, magnífica y verdadera.”

Y el segundo, mucho más complejo y estructurado lingüísticamente que el
anterior, en el que Sancho dialoga consigo mismo, en un “diálogo” desdoblado y
marcado por el autor con los índices “consigo mesmo y a decirse”:

“... y viendo que don Quijote no parecía, se apeó del jumento y, sentándose al
pie de un árbol comenzó a hablar consigo mesmo y a decirse:

- Sepamos ahora, Sancho hermano, adónde va vuesa merced. ¿Va a buscar
algún jumento que se le haya perdido? —No, por cierto.— Pues ¿qué va a
buscar? — Voy a buscar, como quien no dice nada, a una princesa, y en ella al
sol de la hermosura y a todo el cielo junto.—¿Y adónde pensáis hallar eso que
decís, Sancho? — ¿Adónde? En la gran ciudad del Toboso...” (II, 10)
Muy pronto, don Quijote descubre al interlocutor, se dirige a otros, habla por
primera vez con otros, mejor dicho con otras, y lo hace usando la lengua de sus
libros, como corresponde a su condición de memorioso intertextual:

"-Non fuyan las vuestras mercedes, ni teman desaguisado alguno, ca a la orden
de caballería que profeso..." Y en esta aventura, el ventero, "temiendo la
máquina de tantos pertrechos, determinó de hablarle comedidamente y, así, le
dijo:
-Si vuestra merced, señor caballero, busca posada..." A partir de este momento
nuestro hidalgo utiliza todos los recursos lingüísticos de la conversación: tiene
un interlocutor y ha estrenado el vocativo para dirigirse al autor de su historia:
"¡Oh tú, sabio encantador, quienquiera que seas, a quien ha de tocar el ser
coronista desta peregrina historia!"
En la conversación aparecen varios participantes y el esquema dijo - respondió
funciona con notable eficacia; la combinación con oír también se encuentra muy
pronto: "Oyendo esto Sancho, le dijo..." / "Cuando el cuadrillero tal oyó..." .

Los personajes comienzan a utilizar las rutinas de cortesía, mezcladas con la cita
de las palabras propias: "-Perdóneme vuestra merced -dijo Sancho-. que como
yo no sé leer ni escrebir, como otra vez he dicho, no sé si he caído en las reglas
de la profesión caballeresca." El discurso se vuelve reflexivo y permite todo tipo
de citas y de referencias: "Como he dicho..." , "como tengo dicho" , "como yo
muchas veces te he dicho...".

Pedro ha tenido algún fallo de memoria y corrige su falta, recurso muy querido
de Cervantes: "Olvidábaseme de decir cómo Grisóstomo..." (decir, que Alberto
Muntaner interpreta correctamente como ‘contar’). Aparece el fenómeno de la
autocorrección en el habla de D. Quijote: "Y si no fuese porque imagino..., ¿qué
digo imagino?, sé muy cierto, que todas estas incomodidades son..."

La conversación va ganando en realismo con la interpolación de fórmulas
atenuadoras: "a lo que se cree...", "según se entiende...", "a su parecer...", "tengo
para mí...". Estas fórmulas que moderan las afirmaciones se combinan con
expresiones de ruego y de mandato que revelan auténticas órdenes:

"-Las feridas que se reciben en las batallas antes dan honra que la quitan; así
que, Panza amigo, no me repliques más, sino, como ya te he dicho, levántate lo
mejor que pudieres y ponme de la manera que más te agradare encima de tu
jumento, y vamos de aquí, antes que la noche venga y nos saltee en este
despoblado." Con variantes en otras construcciones: "Y no me repliques más...",
incluso reforzadas por el imperativo de callar: "Calla y no me repliques".
Junto con estas fórmulas atenuadoras ya citadas, se encuentran las rutinas de la
conversación del tipo de “si el cielo no lo remedia”; “como todo el mundo sabe”,
mezcladas con expresiones fijadas por el sistema: “por el hilo se sacará el
ovillo”. Cervantes, sin embargo, es capaz de contraponer a las rutinas y fórmulas
pertenecientes al discurso repetido, una capacidad de crítica frente a
determinadas combinaciones estables: al mencionar a los puercos, añade su
visión tan peculiar de los usos lingüísticos fijados por las normas de la cortesía:
“que sin perdón así se llaman...”
Observa Cervantes con toda fidelidad cómo se cuentan los cuentos o las
consejas populares en la narración de Sancho: “Érase que se era, el bien que
viniere para todos sea, y el mal, para quien lo fuere a buscar...” .
Se fustiga el exceso en el hablar, sobre todo de los escuderos:
“... y está advertido de aquí adelante en una cosa, para que te abstengas y
reportes en el hablar demasiado conmigo: que en todos los libros de
caballerías que he leído, que son infinitos, jamás he hallado que ningún
escudero hablase tanto con su señor como tú con el tuyo.”

Se critica el habla de Sancho por sus afectadas razones: “de cuando en cuando
hablaba de manera que le admiraba, puesto que todas o las más de las veces
que Sancho quería hablar de oposición y a lo cortesano, acababa su razón con
despeñarse del monte de su simplicidad...” aunque Sansón Carrasco lo
elogia porque ha hablado “como un catedrático.”

El Quijote es un texto que permite con todo lujo de ejemplos analizar el
problema de los llamados actos de habla en los textos clásicos. Los actos de
habla, concepto procedente de la filosófía analítica, suponen que el decir es
hacer y que las palabras son capaces de transmitir significados que no están
presentes literalmente. En el primer caso, encontramos ejemplos con creer,
jurar, plega a Dios.

-Sancho amigo, ¿duermes? ¿Duermes, amigo Sancho?

-¡Qué tengo de dormir, pesia a mí -respondió Sancho, lleno de pesadumbre y de
despecho-, que no parece sino que todos los diablos han andado conmigo esta
noche!
-Puédeslo creer ansí, sin duda -respondió don Quijote-, porque o yo sé poco o
este castillo es encantado. Porque has de saber... Mas esto que quiero decirte
hasme de jurar que lo tendrás secreto hasta después de mi muerte.
-Sí, juro- respondió Sancho.
-Dígolo -replicó don Quijote- porque soy enemigo de que se quite la honra a
nadie.
-Digo que sí juro -tornó a decir Sancho- que lo callaré hasta después de los días
de vuestra merced, y plega a Dios que lo pueda descubrir mañana.
-¿Tan malas obras te hago, Sancho -respondió don Quijote-, que me querrías ver
muerto con tanta brevedad?
-No es por eso -respondió Sancho- sino porque soy enemigo de guardar mucho
las cosas, y no querría que se me pudriesen de guardadas.
-Sea por lo que fuere -dijo don Quijote- que más fío de tu amor y de tu cortesía;
y así, has de saber que esta noche me ha sucedido una de las más estrañas
aventuras...” Y se inicia una narración de carácter informativo, con una
fórmula que luego tendrá variantes: "Sábete, amigo Sancho,..." ; "Pues sabed en
dos palabras..."; "Pues sabed, hermana mía..."

Algunos actos de habla son explícitos: "Eso juro yo -dijo Andrés"; "Yo hago
juramento al Criador..."; "Mas yo te juro, Sancho Panza, a fé de caballero
andante..." Jurar y prometer son verbos muy frecuentes en los actos de habla
cervantinos: “Yo hago juramento...” ; “Le prometo a vuestra merced” . “Eso juro yo bien – dijo el cura—, y aun me hubiera quitado un bigote....

Frente a actos secundarios mucho más difícil de localizar: "Así
escarmentará vuestra merced —respondió Sancho— como yo soy turco", actos

en los que no aparece el significado literal de las expresiones: "...De todo lo que
he dicho has de inferir, Sancho, que es menester hacer diferencia de amo a
mozo, de señor a criado y de caballero a escudero. Así que desde hoy en
adelante nos hemos de tratar con más respeto, sin darnos cordelejo (sin gastarnos
bromas), porque de cualquier manera que yo me enoje con vos, ha de ser mal
para el cántaro."
En otras ocasiones, se vulneran alguno de los principios básicos de la
conversación, de acuerdo con la teoría formulada por Grice. Cuando Sancho
dice: “De mis viñas vengo, no sé nada, no soy amigo de saber vidas ajenas...” , no viene de ninguna viña real, únicamente la no pertinencia de la respuesta
a la lógica de la conversación, la violación de la máxima oportuna, tiene carácter
significativo; lo mismo ocurre con el final de la conversación de Durandarte con
Montesinos, “...él despertó diciendo: Paciencia y barajar.”

Tomás Navarro Tomás hizo acopio de muchos datos acerca de la voz de los
personajes de la creación literaria; escribió un libro de gran originalidad: La voz
y la entonación de los personajes literarios. En Don Quijote de la Mancha
existen abundantes datos de observaciones de lenguaje dramático secundario,
del tipo estudiado por nuestro ilustre fonetista, sobre las palabras decir (y sus
formas), voz y voces o la combinación de tono y voz: "Con gentil talante y voz
reposada les dijo..."; "Decía esto con tanto brío y denuedo..." ; "Diciendo a
media voz..." ; "en alta voz les dijo..." ; "Hable con menos tono..." le recomienda
el comisario a Ginés de Pasamonte.
Sorprende en el texto cervantino la extraordinaria riqueza de la exclamación. La
poderosa herramienta que es el programa DBT ha permitido que Joan Torruella
construya el siguiente listado de exclamaciones, en el que se mezclan elementos

de historia y de función muy distintas, pero que nos dan cuenta de la variedad de
estas piezas léxicas.
¡Ah...! ¡Afuera...! ¡Ay,...! ¡Aquí...! ¡Arma...! ¡Bendito...!
¡Bien...! ¡Bonico...! ¡Bueno,...!¡Cómo...! ¡Cuerpo...! ¡Desdichado...! ¡Dios...!
¡Ea...! ¡Y...! ¡Ya...! ¡Hideputa...! ¡Mal...! ¡Maldito...! ¡Milagro, Milagro...!
¡Mira...! ¡Mirad...! ¡Monta...! ¡No...! ¡Oh,...! ¡Oxte...! ¡Par Dios...! ¡Pardiez...!
¡Pecador...! ¡Pesia...! ¡Pues...! ¡Qué...! ¡Santa María...! ¡Santiago...! ¡Ta, Ta!
¡Válame...! ¡Válgame...! ¡Viva...! ¡Vive Dios...! ¡Voto a tal...! ¡Voto a Rus...!
Se observa una compleja mezcla de valores, tanto de tipo contextual como
pragmático, algunos de estos ejemplos son difíciles de interpretar aisladamente,
sin recurrir al contexto y a la situación, además de otros factores complejos de
carácter cultural, como el eufemismo: “¡Ahí está el toque, cuerpo de mi padre!”
exclama irritado don Quijote . Esta expresión se analizará más adelante en
una cita de Carranza.

En libros de espiritualidad de la segunda mitad del siglo XVI y de principios del
siglo XVII encontramos referencias a estas costumbres idiomáticas. En 1556 se
publica el Manual de confesores y penitentes del Dr. Martín de Azpilicueta en el
que puede leerse "Y alegase Dios por testigo expresamente diziendo: Alego a
Dios por testigo dello; y tácitamente diziendo: ¡Vive Dios! ¡Por Dios!"
Dos años después ve la luz el Catecismo de Bartolomé Carranza: "Fuera de estas
formas de jurar, son tantas las que ha inventado la malicia de los hombres por
industria de Satanás, que yo no oso a tomarlas en la lengua, porque me duelo
mucho de que se sepan entre cristianos, y cada nación en su lenguaje ha hecho
formas tan extrañas de jurar, que en la verdad son blasfemias más que
juramentos. Como en español dice "cuerpo de tal" o "voto a tal". Y estos son
más disparates y barbarismos que juramentos, y enseñados por Satanás: y así los
usan solos sus discípulos y su escuela."

En 1592 fray Manuel González publica su Suma de casos de conciencia en la
que trata de estas expresiones en el capítulo dedicado a la blasfemia: "No es
blasphemia dezir por el cuerpo de Dios y por su sangre, pues Dios hombre tiene
cuerpo y sangre. ...Dezir pese a tal no parece blasphemia, con tanto que falte
ánimo de dezir pese a Dios. Empero otros dizen será blasphemia si dizen estas
palabras levantando los ojos al cielo, lo qual tengo yo por verdad, a lo menos en
el foro exterior."

Así queda correctamente situada la mirada de don Quijote en su conversación
con Sancho:

- Ahora te digo, Sanchuelo, que eres el mayor bellacuelo que hay en
España. Dime, ladrón, vagamundo, ¿no me acabaste de decir ahora que
esta princesa se había vuelto en una doncella que se llamaba Dorotea, y
que la cabeza que entiendo que corté a un gigante era la puta que te parió,
con otros disparates que me pusieron en la mayor confusión que jamás he
estado en todos los días de mi vida? ¡Voto...— y miró al cielo y apretó los
dientes— que estoy por hacer un estrago en ti que ponga sal en la mollera
a todos cuantos mentirosos escuderos hubiere de caballeros andantes de
aquí adelante en el mundo!”

Lorenzo Franciosini, traductor al italiano de El Quijote, firmó unos Dialogos
Apazibles (la primera edición es de 1638), diálogos que fueron copiados del
original de John Minsheu (1599) [reeditados en 1623 en el Diccionario de
Percivale y también copiados por C. Oudin], en ellos se encuentran notas muy
útiles para un estudiante de español como lengua extranjera para la traducción y
el empleo del término hideputa y que pueden aplicarse con éxito a las citas de
esta pieza léxica en Don Quijote. No podemos olvidar que estas obras
dialogadas, y en general todos los materiales de la enseñanza del español en la
época áurea, siguen siendo fuentes insustituibles para comprender con exactitud
y precisión los valores del léxico en las obras clásicas.

Modestamente, he pretendido revelar la importancia de los recursos lingüísticos
del mecanismo de la enunciación, el monólogo y el diálogo, la importancia de
los análisis de la filosofía analítica y de los principios de la conversación, el
carácter fundamental de las funciones emotivas y del conjunto de elementos
relacionados con la subjetividad, además de intentar arrojar un poquito de luz
sobre exclamaciones y miradas. Las tecnologías informáticas han contribuido
decisivamente en su aplicación al análisis del texto y abren el camino de trabajos
futuros antes inalcanzables.

Todo lo anteriormente expuesto, palidece ante la grandeza de un texto siempre
rico en preguntas y respuestas, siempre causante de una profunda admiración,
que únicamente nos lleva al “maravilloso silencio”.

Dialecto canario

El dialecto canario, más popularmente como habla canaria, es el modo de hablar el español en las Islas Canarias (España). El español hablado en Canarias es muy parecido al español hablado en Cuba, Puerto Rico, Venezuela, la costa caribe o norte de Colombia y Panamá, o lo que es lo mismo el español caribeño. Algunas teorías la definen como una fusión entre la lengua portuguesa y el español, cada vez menos notoria debido a que, cada vez, se van asimilando más términos del castellano que sustituyen a los lusos.

Usos y pronunciación:

Pretérito indefinido. Como en la mayoría de variantes del español americano, se utiliza generalmente el pretérito indefinido en lugar del pretérito perfecto compuesto. Ejemplo:
hoy visité a Juan en vez de hoy he visitado a Juan.
Puse la lavadora a funcionar en vez de he puesto la lavadora a funcionar.Sólo en algunas zonas de las islas de
El Hierro, La Palma y en La Gomera se utiliza vosotros estáis, por algunas personas mayores y cada vez menos, resultando extraño al oído del canario el uso del "vosotros + su conjugación verbal". También en La Gomera y en algunas zonas de La Palma se utiliza el "ustedes vos vais".
Diminutivo. Existe un uso importante del diminutivo -ito. Ejemplo: Vamos a hacer una comidita. En La Palma se llega a usar un grado más de diminutivo en casos particulares como chiquititito.
Diminutivo acortado. En algunos diminutivos, se suprimen
sílabas, como es el caso con la mayoría de las variantes del español americano. Ejemplo: Cochito en vez de cochecito, florita en vez de florecita.
Seseo. Consiste en pronunciar za-ce-ci-zo-zu de manera idéntica a sa-se-si-so-su, ejemplo: el nombre propio Cecilia sonaría idéntico a Sesilia. Esto lo hace similar al español de América.
Pronunciación especial de la "s". La "s" se pronuncia como "h" aspirada al final de cada palabra o ante consonante: "Lah mohcah" en vez de "las moscas". Este rasgo es común con la mitad sur de la península Ibérica, y con la mayor parte de hablas de las zonas costeras americanas. La pronunciación de la "s" antes de vocal también es distinta a la peninsular norteña (apico-alveolar) y similar a la andaluza y latinoamericana


Uso de "ustedes". Como en el español de América, los canarios utilizan este pronombre para la 2ª persona del plural. Así, en lugar de decir vosotros estáis dicen ustedes están.

Pronunciación de la "ch". La pronunciación de la "ch" es distinta a la pronunciación en el resto de España, en algunas regiones de Canarias, puesto que es sonora en lugar de sorda. Los hablantes peninsulares la perciben como una "y"; aunque no llega a ser una "y" del todo. Esta pronunciación también se halla en el Caribe.
Pronunciación de la "h". El habla canaria conserva en unas pocas palabras la aspiración de la "f-" inicial latina (característica de Andalucia occidental y central y de Extremadura) igual que muchas hablas americanas. La pronunciación de la "h" aspirada, asemejándose a una "j". Por ejemplo: "jediondo" en vez de "hediondo", "jinojo" en vez de "hinojo" o "jarto" en vez de "harto".
Unión de la "s" final con la vocal siguiente. "lo'sojoh", los ojos. (Nótese que también es común la separación, dicho como lo'hojoh)
Diferentes formas de pronunciar palabras, ejemplo: "enderechar", en vez de "enderezar".
Desaparición del "de" en determinadas expresiones. Ejemplo: "Casa Marta" (o Ca`Marta), "gofio millo", "carne cochino", "finca plátanos", etc. Este rasgo es común con la mayoría de dialectos en España.
Desaparición de ga, gue, gui, go y gu (sobre todo en diptongos). Con el tiempo, expresiones como guagua o garganta han pasado a ser una pausa de voz ('ua'ua, 'ar'anta), en vez de la ge gutural predominante en españa. Este fenómeno se da más bien en las capitales de isla que en Canarias en general.

El léxico canario:

El habla canaria incluye gran cantidad de voces propias, los llamados "canarismos", que forman el léxico canario. Estas, por su origen y naturaleza, pueden ser encuadrados en tres grandes grupos, dependiendo si proceden del español actual y sus dialectos, del castellano antiguo o si, finalmente, proceden de idiomas distintos al español. Así, a voces "formadas" en Canarias a partir de otras palabras del idioma español, la fortísima influencia del portugués, o los muchos términos llegados a Canarias de variantes dialectales como la del español de Latinoamérica, resultado de los vínculos históricos entre ambas orillas del Atlántico. Así pues, el léxico canario es el reflejo de siglos de historia isleña, de mestizaje cultural y de adaptación del idioma a las singulares condiciones que se daban en las islas.
Canarismos procedentes del español y sus dialectos.

El bilingüismo

El bilingüismo, es la capacidad de una persona para utilizar indistintamente dos lenguas.
concepto:

No es sencillo precisar y delimitar el concepto de bilingüismo, pues resulta complejo encontrar una definición precisa. Las causas de la dificultad son múltiples. En primer lugar, con el bilingüismo se entremezclan variables de tipo geográfico, histórico, lingüístico, sociológico, político, psicológico, y pedagógico (situación geográfica e histórica de la comunidad lingüística, políticas aplicadas, identidad cultural de sus miembros, modelos de enseñanza, nivel de competencia, necesidades educativas, etc.) En segundo lugar, cuando hablamos de bilingüismo nos podemos referir a una situación individual, esto es, a la forma peculiar de relación de un sujeto con y en dos lenguas o al grupo social que se relaciona utilizando o no lenguas distintas. Además por bilingüe se puede denominar a la persona que domina a la perfección dos o más idiomas, al emigrante que se comunica en una lengua distinta a la propia (independientemente del nivel que posea) o al estudiante que realiza un curso. Cabe señalar que a lo largo del tiempo, se han usado otros términos como sinónimos: diglosia, biculturalismo, plurilingüismo, polilingüismo que, sin embargo, poseen significados distintos, pues mientras los dos últimos conceptos hacen referencia al conocimiento y utilización de más de dos lenguas, la acepción biculturalismo lleva implícitos sentimientos de pertenencia cultural. En el caso de la diglosia, la distinción radica en la funcionalidad social que asume cada una de las dos lenguas en una comunidad.
Asimismo, el concepto de bilingüismo, además de ser un término poco unívoco, no es algo estático, sino que ha evolucionado y evoluciona a través del tiempo con gran dinamismo.

He aquí algunas definiciones:

“El bilingüismo es el uso habitual de dos lenguas en una misma región o por una misma persona."
“Capacidad de un individuo de expresarse en una segunda lengua respetando los conceptos y las estructuras propias de la misma”. (Titone, R. 1976).
“Bilingüe es aquella persona que es capaz de codificar y decodificar en cualquier grado, señales lingüísticas provenientes de dos idiomas diferentes”. (Blanco, A. 1981, p.51)
“Aptitud del hablante para utilizar indistintivamente dos lenguas. Por extensión, dícese de la condición sociolingüística por la que una comunidad emplea dos lenguas distintas para cubrir exactamente los mismos cometidos comunicativos colectivos y privados”. (Cerdá Massó, R. 1986).
Desde una vertiente sociológica, el concepto de bilingüismo se fundamenta en la relación que se establece entre grupo social y lenguaje, que es la adoptada por Van Overbeke en su definición.
Opinión personal:

Considero que el bilingüismo se produce cuando se habla de forma correctamente dos idiomas y ninguno mejor que otro, no obstante creo que el bilingüismo se produce cuando se habla un idioma y se aprende antes de los 10 años ya que hay es cuando se desarrollan todas las capacidades es mas fácil captarlo y aprenderlo , ya que somos cómo esponjas o sino si tiene un padre o una madre que nos hable en ese idioma aparte del que tenemos.
Sino se produce estos factores hablaremos bien un segundo idioma estará cerca del bilingüismo pero se llamara interlengua.

martes, 4 de mayo de 2010

Los vulgarismos más comunes en el castellano son :

Incorrecto: Correcto: Incorrecto: Correcto:

adentro dentro haiga haya

agolpear golpear hubieron hubo

aruñar arañar jalar halar

calquear calcar la azúcar el azúcar

cónjugue cónjuge más malo peor

darse de cuenta darse cueenta de más mayor mayor

de gratis gratis más nada nada más

delante mío delante de mí más nadie nadie más

en base a a base de pieses pies

enfrente de mí frente a mí querramos queramos

financear financiar recordarse de acordase de

friegar fregar rempujar empujar

gabete cabete vertir verter

gusto de conocerlo gusto en concerlo yerna nuera

opinión sobre el vulgarismo:

Vemos con estos ejemplos de palabras, que el vulgarismo esta muy extendido sobre todo en los pueblos donde no se esfuerzan por hablar de una forma correcta ya que la mayor parte trabaja en el campo, tiene poco tiempo de leer libros y no usan de una forma correcta nuestro habla. Aunque ahora también los jóvenes, leen mucho menos, debido a las nuevas tecnologías como Internet , televisión , play station etc esto a favorecido que a la forma de escribir nos perjudique ya que tendemos abreviar las palabras y a no complicarnos esto es debido también porque se lee mucho menos que antes y ahora los jóvenes por rapidez se comen palabras y usan vulgarismo.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Andaluz

El dialecto andaluz está caracterizado por una serie de particularidades o especificidades, que lo diferencian del español normativo, en los niveles lingüísticos fonético, fonológico, morfológico, sintáctico, semántico y léxico. Sin embargo, sus rasgos fonéticos peculiares son los más conocidos y mencionados tradicionalmente. Hay que tener en cuenta que cada uno de estos rasgos tiene una distribución geolectal y sociolectal diferente, y que en muchos casos se dan también en otros vernaculares del castellano de la península ibérica peor estudiados que los de Andalucía.

Los ragos fóneticos más impotantes del andaluz.

Igualación de /l/ y /r/ implosivas.

Ejemplo:

Ese senió arto qu'ehtá d'esparda tié musha mardá (Ese señor alto que está de espaldas tiene mucha maldad)
L'arcarde comió arguno'durze'armendra nel' armuerso (El alcalde comió algunos dulces de almendra en el almuerzo)

Igualación de los sonidos de /s/ y /θ/ iniciales o intervocálicos.

Ejemplo:

Lah cosah deben deci'se con senciyé (Las cosas deben decirse con sencillez)

Las coθah deben deθí θe con θenθiyé.
Las coSah deben deSí Se con SenSiyé .

Igualación de la elle y de la ye.

Ejemplo:

Quien n'a vihto Seviya n'a vihto maraviya (Quien no ha visto Sevilla no ha visto maravilla)


Pérdida de la /ð/ intervocálica.

Ejemplo:

La pehcaera é mu menúa (La pescadera es muy menuda)

Mi mare ze queha de que n'hago (Mi madre se queja de que no hago nada)

Pérdida de las consonantes finales /r/, /l/ y /d/.

Ejemplo:

La reconversión induhtria' nos va pone' contra la pare' (La reconversión industrial nos va a poner contra la pared)

Pérdida de la /n/ implosiva ante /x/.

Ejemplo:

Antié fui a la plaza a comprá naraḥa y a la loḥa a comprá pescao (Anteayer fui a la plaza a comprar naranjas y a la lonja a comprar pescado)

Pérdida ocasional de la /r/.

Ejemplo:

¡Pa'ece mentira! ¡Mi'a que te lo dihe! (¡Parece mentira! ¡Mira que te lo dije!)

Conclusión:

Esto son los rasgos más importantes. El andaluz se define como una variedad o dialecto, bien de la lengua castellana primigenia, bien de la lengua española normativa. Se define que el andaluz es un dialecto que proviene del castellano histórico. También influyo en el andaluz la conquista de los árabes que dejaron parte de su idioma, costumbres, monumentos ect ; que le hace ser una comunidad autónoma muy peculiar y también se llevo parte de este andaluz a América y a Canarias.Por eso el español que se habla hoy día en Sudámerica tuvo trasdencendia el andaluz ya que la gente que emigró allí dejo la del andaluz , mas el índigena que ya estaba.

Leísmo

El leísmo es la sustitución del pronombre personal lo/la por le en la posición de complemento directo y en los verbos que tradicionalmente rigen el caso acusativo (también llamados verbos transitivos) en español:

(Forma leísta) Juan le ha visto.
(Forma estándar) Juan lo ha visto
.

Este es un tema muy importante , ya que mucha gente tiende a equivocarse o decirlo de forma incorrecta, es el ejemplo en Madrid y muchos sitios de España, que tendemos a decir a todo con le no difernciamos la persona que es masculino x eso decimos Juan lo ha visto es de forma más correcta aunque se ha aceptado le ya que está muy extingido.

Por tanto, así le ví [a Juan] se tolera, mientras que *le ví [a Inés] o *le vi [al buque] no.